jueves, 6 de junio de 2013

El joven que tocaba el violín en el autobús

No es precisamente esto sobre lo que tenía pensado escribir en mi siguiente entrada en el blog pero hace unos días, mientras volvía a casa en el autobús, sucedió algo anecdótico que me hizo reflexionar acerca de los motivos que nos paralizan a hacer lo que de verdad queremos, a cumplir nuestros sueños y no he podido evitar compartirlo.

20.00h. de la tarde, autobús de Madrid repleto de gente deseosa de llegar a su hogar, caras cansadas por una larga jornada de trabajo, algunos duermen, otros leen y otros, simplemente están ensimismados en sus pensamientos. De repente, entre el ruido del motor del autobús, se oye el sonido de un violín... y cuál es la sorpresa común cuando nos percatamos de que ese sonido no procede de un teléfono móvil ni de un dispositivo de reproducción de audio, sino que ¡es un joven sentado al final del autobús que está tocando el violín!. 
En Madrid, todos estamos acostumbrados a ver en el Metro a distintos músicos, cantantes, etc., que muestran su talento a cambio de unas monedas pero no suele ser común verlos en los autobuses de ahí, la sorpresa generalizada. Además este joven, no pedía dinero a cambio de su música, si no que sólo estaba ensayando.
Las caras de asombro y perplejidad se suceden por todo el autobús pero, en cuanto salimos del asombro y nos paramos a escuchar la música del joven, todas esas caras de asombro esbozan una sonrisa, ya que la música que el joven comparte con todos nosotros es preciosa, ¡qué manera tan especial de poner fin a una jornada laboral!, pienso. 
Cuando el joven termina, los aplausos resuenan por todo el autobús y el joven nos mira sorprendido por el reconocimiento. Seguramente no era eso lo que él pretendía, si no que simplemente iba ensayando, una actividad de lo más normal para él, aunque no tan normal para los que compartíamos con él ese viaje en autobús, ya que la costumbre es que todo el mundo vaya "a sus cosas", en silencio o como mucho hablando con algún amigo pero nunca se produce mayor interacción, de lo contrario te mirarían como a un "bicho raro".

Esta anécdota me hizo reflexionar acerca de que muchas veces los convencionalismos nos impiden hacer lo que verdaderamente ansiamosDesde pequeños nos enseñan que tenemos que ser racionales y que no podemos dejarnos guiar por el corazón. Vivimos con esa idea en nuestro subconsciente, sin darnos cuenta de que en el momento en que racionalizamos los sueños dejamos paso a las dudas y los temores, expertos en nublarlos y hacerlos morir.

En esta entrevista Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia, nos desvela que "el corazón tiene cerebro" y puede tomar decisiones y pasar a la acción, independientemente del cerebro, pudiendo incluso aprender, recordar y hasta percibir. Entre otros datos interesantes, Annie Marquier expone que el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo y se ha observado que cambia en función del estado emocional: cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico. Por otro lado, se sabe que el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón. Annie concluye exponiendo que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

¿Entonces, a qué esperamos para poner en marcha nuestro cerebro del corazón y "contaminar" a los que nos rodean con un campo magnético lleno de fuerza y positividad?
Rompe convencionalismos y busca cumplir ese sueño que te está dictando tu corazón. Seguro que llevas tiempo oyendo una voz que te dice que algo no va bien, que ese no es tu camino, que así no eres feliz, ¿por qué la callas?, ¿porque lo que te dice no es racional?, déjala hablar y que te cuente al oído como podría ser tu vida si la siguieras. 

La sociedad en la que vivimos nos ha inculcado que tenemos que demostrar que somos los mejores en algo para que alguien se fije en nosotros y nos contrate, ¿por qué no nos contratamos a nosotros mismos?, ¿por qué no luchamos por ser los mejores, pero en sintonía con nuestro sueño?. Tal y como me comentaron en la entrada anterior del blog: "Encuentra un trabajo que ames y no tendrás que trabajar el resto de tu vida" (Confucio). ¿Cómo?, pensando en qué te apasiona hacer y poniéndote manos a la obra. Es posible que aún no tengas claro tu sueño, no te preocupes, no dejes que eso te paralice, ¡conócete a ti mismo!, busca que es "eso" que te hace especial y único, cuáles son tus valores y cómo podrías verlos realizados, supera la barrera del miedo y empieza a andar el camino.

Está claro que no debes lanzarte a la piscina sin más, una vez que te hayas escuchado a ti mismo (es irónico que nos pasamos el día escuchando a cientos de personas y la primera a la que ignoramos es a nosotros mismos) será el momento de trazar tu plan de acción y empezar a usar el cerebro pero siempre, guiado por el corazón. 
Por supuesto que no será un camino fácil, tendrás que superar dificultades y sufrirás altibajos pero no puedes dejar que el miedo al fracaso te anule. Nuestra necesidad de seguridad siempre nos hace que ante algo que no está totalmente bajo nuestro control, nos planteemos qué será de nosotros si todo sale mal pero ¿y si sale bien?, ¿puedes imaginar una sensación más gratificante y plena que poder ver un sueño hecho realidad?. Sí, puede que fracases pero no puedes empezar la casa por el tejado y si acaso ese momento llegara, el camino recorrido te habrá dejado un sin fin de experiencias únicas que te habrán hecho madurar como persona; aprende del camino recorrido, vuelve a levantarte y sigue intentándolo. En definitiva, haz como el joven que tocaba el violín en el autobús y rompe con los convencionalismos, será el primer paso en el camino hacia la felicidad que ahora no tienes. 

Ahora hazte una pregunta, ¿de verdad estás 100% satisfecho con tu vida?, si la respuesta es sí, ¡genial! ¡felicidades! y por favor ¡no cambies nada!, pero si la respuesta es un no o tienes dudas, plantéate el seguir a tu corazón. Si lo intentas, te sorprenderás cuando te veas haciendo cosas que pensabas que no eras capaz de hacer.

Después de leer todo esto, puedes pensar que lo que te he contado es una "soberana tontería", bien, es tu opinión y estás en tu derecho de pensarlo, entonces no hagas nada y sigue dentro de tu comodidad y rutina habitual pero ¿de verdad no hay nada que te gustaría cambiar o hacer?, puede que dentro de unos años cuando eches la vista atrás, en tu mente aparezca la típica frase de "¡pero que he hecho con mi vida!" y entonces ya sea demasiado tarde...
Si por el contrario, con estas líneas he conseguido que algo se mueva dentro de ti, pregúntate ¿qué vas a hacer hoy para acercarte un poquito más a tu sueño?

Y por si todavía no te has terminado de decidir a dar el salto y necesitas un pequeño empujoncito, te dejo el vídeo "El camino al éxito" , de @LuzuVlogs

¡Feliz semana buscadores de sueños! :-)

2 comentarios:

  1. Vaya Isa, me ha sorprendido mucho este post, me ha encantado.
    Aprender a usar el cerebro del corazón, eso es muy interesante, puesto que es algo que llevo practicando desde hace muchos años y aún sigo aprendiendo cosas. El primer paso para poder utilizarlo a conciencia y de manera adecuada es aprender a distinguirlo de la mente. Una vez sepas diferenciarlo, lo realmente dificil es saber en qué momento debes utilizar cada uno de ellos, o quizá como tu bien dices, combinarlos de alguna manera.
    Por ejemplo, hemos escuchado siempre que algún amigo, familiar o conocido, está sufriendo por algún motivo con su pareja, y te cuenta durante meses y meses, que está hecho un lío, que no para de darle vueltas al tema y no sabe qué hacer, y que cada vez está más y más confuso. Eso es por que está estrujando su mente de tal manera que no le sirve para nada, por que lo que debe hacer, es utilizar su corazón, despejar su mente y mirar dentro de si mismo, hacerse una sentilla pregunta y saber la respuesta inmediatamente, por que es eso lo que tu realmente "sientes". Sentir, y pensar es algo totalmente diferente, en ocasiones necesitas más tus sentimientos, que tus pensamientos. Hay que saber diferenciarlos.
    El chico del violín supo llegar a todo el mundo sin darse cuenta, por que puso su alma y su corazón mientras tocaba, y eso se nota, en cualquier tipo de acción, ya sea arte o un simple trabajo. cuando la persona le pone su alma, se diferencia claramente, y generalmente se nota por supuesto, siempre hay personas que "están muertas por dentro" o que les puede la envidia.
    Bueno, creo que ya he dado mucho el piñazo, quizá luego escriba algo más jajaja.
    ¡¡¡Genial Isa!!!

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  2. Hola Sayo,

    Me alegra que te haya gustado el post, me agrada mucho volverte a ver por aquí.

    Este post iba enfocado hacia la importancia de romper con convencionalismos y tópicos, para seguir lo que nos dicta nuestro corazón y alcanzar nuestros sueños pero me parece muy interesante el matiz que le das, añadiendo que todo lo que se hace desde el corazón y el alma, sin duda, producirá mejores resultados.

    Muchísimas gracias por visitarme y dejar siempre comentarios tan útiles.

    Un abrazo

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